El pasado 17 de febrero nos dejó Juan Martínez Garchitorena. Nacido en Ceuta, ciudad de la que siempre se sintió orgulloso, completó su formación como oftalmólogo en el antiguo Hospital Provincial de Madrid, hoy H.U. Gregorio Marañón, hasta que accedió a la Jefatura de Servicio de Oftalmología del Hospital Central de Cruz Roja de Madrid, en 1971, donde estuvo desde ese momento hasta su jubilación, en 2009.
En Cruz Roja fue un modelo de lucha, por estar siempre en el máximo nivel de la Oftalmología que han permitido las distintas etapas que ha vivido el Hospital, y de apoyo a los profesionales que por el Servicio han pasado.
En 1975 consiguió la acreditación como unidad docente.
En la primera etapa de su Jefatura, contó en su Servicio con prestigiosos oftalmólogos, como Octavio Sayagués, que dejó el Hospital para asumir la Jefatura del H.U. de Móstoles; Carlos Cortés, que dejó el Hospital para asumir la Jefatura del H.U. Gregorio Marañón, y María Dolores Martín Sánchez, Jefa de Servicio del H.U. Infanta Cristina.
Quizás el momento más difícil de su carrera fue cuando, en 1991, se planteó el traslado de todos los profesionales del Hospital de Cruz Roja al Hospital de Getafe. Juan estuvo entre los profesionales que se propusieron no dejar que el Hospital de Cruz Roja desapareciera. Dos años después, el Servicio de Oftalmología fue recuperando, bajo su tutela, la actividad y la ilusión de volver a ser ese lugar de atención a pacientes, formación de Médicos Residentes y Estudiantes de Medicina, que deja huella en todos aquellos que han estado o seguimos aquí. Juan transmitió esa ilusión a quienes trabajamos con él, y ese sigue siendo el motor de nuestro día a día.
Esa segunda etapa, desde que recuperó en 1993 la docencia hasta su jubilación, estuvo marcada por la lucha y defensa a ultranza de su Servicio.
Exigente con el mismo, con el objetivo de recuperar el nivel científico y asistencial que alcanzó en la década de los 80, nunca dudó en dar la cara por los que trabajábamos bajo su dirección ante las distintas Direcciones que ha tenido el hospital, para tener medios adecuados para atender a los pacientes, para formar médicos residentes, y apoyarnos y animarnos a estar presentes en los programas científicos de la Oftalmología Española.
Fue Premio Arruga de la SEO en 1978, Premio Castroviejo de la SEO en 2005 y fue distinguido con la Cruz de Honor de Plata de la Sanidad Madrileña en 2008.
Desde su jubilación cambió esa lucha y apoyo profesional por la felicidad que le proporcionaba ser Esposo, Padre y Abuelo hasta hace unos días. Con ellos compartiremos el recuerdo de Juan.
D.E.P.
